Clásicos, comprometidos y cálidos. Los vinos de 2016

Posted by | junio 27, 2016 | Uncategorized | No Comments
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Las sobremesas de Navidad siempre acaban con un cierto sentimiento de culpa. Porque nos aparecen listas de intenciones y voluntades no siempre fáciles de cumplir. A veces se acaba el año y aún no hemos puesto ninguna en práctica. En el mundo del vino acostumbra a pasar que la lista se va ampliando a medida que avanzan los meses y, aun así, la cumplimos. Está bien visto ser infiel y curioso. Ahora que empieza el 2016 nos podemos proponer beber vino (con moderación) para descubrir historias, personas y paisajes hasta ahora desconocidos. Ni el precio ni el desconocimiento han de suponer un freno. El vino es para disfrutarlo.

 

Dos clásicos:

Los expertos en tendencias han bautizado el momento actual como neobarroco y neorromántico. Vivimos el final de la crisis y necesitamos distraernos con extravagancia y delicadeza. Pero los clásicos lo aguantan todo.

 

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Prado Enea 2006 de Bodegas Muga, a Haro (La Rioja).

Un gran reserva de copaje de tempranillo, garnacha, mazuelo y graciano, variedad autóctona de la región y por suerte recuperada.

Para armonizar con el queso Comté, con unos canelones de la abuela o un guisado de los de toda la vida. La fruta roja madura con matices tostados y especiados nos trasladará a la admirada Rioja Alta.

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Abadía Retuerta Selección Especial 2011.

Tinto fino, cabernet sauvignon y syrah. Un vino amable del Duero Valley.

Acento corpulento para acompañar y equilibrar las largas comidas familiares que, a menudo, conviene azucarar.

Con miel y piñones de los que se elaboran en el entorno de las viñas, puede ir muy bien.

 

Tres comprometidos:

El compromiso con la sostenibilidad debería ser obligado porque todos tenemos una parte de responsabilidad en el calentamiento del planeta.

Bodegas Torres es pionera con el programa Torres&Earth y se ha propuesto reducir un 30% las emisiones de CO2 por botella para el año 2020. “Cuanto más cuidemos la tierra, mejor vino conseguimos” reza el eslogan. Bajo el amparo de la DO Cataluña elabora el vino Habitat 2013, un blanco de garnacha blanca, xarel·lo, fresco y seductor, en harmonía con la naturaleza. Para tomar una copa antes de recibir a la familia y discutir sobre la cumbre del clima en Paris, es una apuesta segura.

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El compromiso con la solidaridad no la expresa nadie mejor que la enóloga Irene Alemany con el vino El Microscopi 2014 de la bodega SotLefriec.

Es la segunda edición de un tinto de terroir que se reivindica entre blancos de la DO Penedès con una misión clara: los beneficios van destinados a la adquisición de cámaras fotográficas para los microscopios del Instituto Oncológico del Hospital Universitario de la Vall d’Hebron.

El cáncer de mama que sufrió Irene en el 2014 la hizo consciente de asta y otras carencias en el terreno de la investigación. Ahora contribuye a ello con lo que mejor sabe hacer: vino.

Doce años de envejecimiento en bota de roble americano siguiendo el sistema tradicional del marco de Jerez conocido como soleras y criaderas tienen como resultado el vino de palo cortado Leonor, de las bodegas González Byass. Un vino monovarietal de palomino fino, rebelde, misterioso, de admirable color caoba, comprometido con la supervivencia, la que demuestran las madres del vino que se mantienen intactas año tras año en la bota. Porque el vino nos permite embotellar el paisaje y el tiempo. Leonor tiene carácter en la nariz y delicadez en la boca. Una sobremesa larga invita a descubrirlo.

Doblete de altura:

La orografía de los Pirineos es inhóspita, pero la gente y los vinos la hacen cada vez más cálida y placentera. Miquel Martí Pol escribía sobre Andorra: “La inmensidad como un estar en las cosas que no pide ninguna contrapartida”. Tampoco el vino. Incita solo a disfrutar. Dos vinos de viñas plantadas a más de mil metros de altura. La tenacidad y la determinación de los elaboradores auguran un oasis de viña fructífera entre cimas de nieve.
Casa Auvinyà. Evolución 2012. Un monovarietal de pinot noir. Delicadez y elegancia. Un vino fresco y sutil. Para seducir.

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Bodega Borda Sabaté. Escol 2011. Un riesling para el día que recuperemos la cocina asiática con los amigos después de las fiestas y la familia. Acidez marcada, complejidad y fondo dulce. Para compartir.

 

http://www.voceseconomicas.com/clasicos-comprometidos-y-calidos-los-vinos-de-2016/

About Ruth Troyano Puig

Llicenciada en Periodisme per la UAB. Sommelier. Màster en planificació i gestió de l'enoturisme per la URV.

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