Enoturismo poético de altura

Posted by | junio 27, 2016 | Uncategorized | No Comments
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“La naturaleza se expresa en forma de vino”, explican en la bodega andorrana Casa Auvinyà(Auvinyà). A 1.200 metros de altura no hay duda de que los vinos se manifiestan frescos y aromáticos. Sorprendentes. Sant Julià de Lòria es la parroquia de los vinos de alta montaña en donde la altura confiere singularidad al vino, a salvo del cambio climático que amenaza cada vez con más evidencias a las viñas que están junto al Mediterráneo.

 

Tenemos que empezar a pensar en el país andorrano como una destinación enoturística, también. En Sant Julià hay 4 bodegas que están dando forma a un estilo de vino y vida ligado al entorno montañero, no siempre amable por las bajas temperaturas del invierno, pero generoso en verano para facilitar una maduración pausada a la uva. El elaborador convive en un clima más extremo pero tiene la voluntad y la flexibilidad necesarias para recibir visitas todo el año, desestacionalizando la temporada de nieve.

En Casa Auvinyà hacen tres enorutas

Casa Auvinyà propone a los visitantes tres recorridos para descubrir la bodega de autor que propone vinos atrevidos de producción limitada: Tast de Neu, tast Inspiració y Tast Expressió. El enoturismo permite probar referencias de variedades bien adaptadas a la tierra y al clima (viognier, albariño, pinot gris, pinot noir y syrah) armonizadas con productos del Pirineo como el queso y los embutidos. Bienvenida al huerto de laurel para entender como desde el año 2005 han practicado una viticultura heroica que se constatará en el paseo para las viñas y los bancales de la Morera y la Noguera, que son los inicios. Vistas a los valles que dan la bienvenida a Andorra y final de vértigo en la viña de syrah, con pendientes de hasta el 60%. Aquí se entiende la dimensión del vino Evolució, el primer negro de Andorra.

Casa Beal, otra bodega en las montañas andorranas

En Casa Beal (Nagol), el enoturismo quiere demostrar también la complejidad de la viticultura de altura siendo la suya una de las bodegas más altas de toda Europa. Después de un siglo de interrupción, la familia Visa-Tor reprende la producción de vinos en el Principado con prácticas biodinámicas y la vinificación de la fragante variedad Gewürztraminer.

En 2006 sale al mercado el monovarietal Cim de Cel con un alto potencial aromático y equilibrio entre azúcar y acidez. Una cata imprescindible durante la visita enoturística que propone desayuno de payés y vistas excepcionales de la parroquia. Profundizar en la visita quiere decir conocer también el cultivo de tabaco, el proceso de elaboración de la miel –disponen de 72 colmenas de abejas- y el cultivo de la trufa negra. Placeres de altura que hace falta agradecer en un terreno donde proliferan las joyas del bosque.

Quién abrió el camino al enoturismo en Andorra fue, pero, el Celler Borda Sabaté y continúa al pie de cañón. Viñas ecológicas y trabajo con los principios de la biodinámica, con el asesoramiento de una referencia internacional en enología, con raíces en Crozes-Hermitage: Alain Grillot. A la solana de la Muxella no es fácil llegar pero los 4×4 de la bodega lo hacen posible y el difícil tráfico costa arriba se agradece al final del trayecto por las vistas privilegiadas que regala a los osados. El recorrido guiado por las viñas y la bodega pueden acabar con una comida en el restaurante Le Domaine, en un entorno paisajístico tan imponente como el arroz de montaña que sirven y el riesling Estol o el coupage de Torb (cornalin, merlot y syrah) que sugieren. “Amabilidad, divertimento y descubrimiento” es lo que proponen en la Borda para atraer a turistas desacomplejados con ganas de acercarse al vino desde el hedonismo. La técnica es cosa de expertos.

El enoturismo de altura tiene futuro y lo demuestran las iniciativas más jóvenes, como la delCeller Mas Berenguer. El origen es la masía del Pui d’Olivesa, el espacio que han ocupado siete generaciones de los Berenguer. En su homenaje, la bodega creada el 2011 recoge su nombre e inicia la aventura con viña joven de pinot noir, chardonnay y sauvignon blanco.

 

“El paisatge majestuós, els cims imponents i l’aigua cristal·lina

donen a les vinyes un caràcter especial”

En un espacio de vinificación modesto pero práctico y funcional, no hay quien pare la ilusión de los más jóvenes de la Parroquia. El 2013 se estrenan con el Tancat Rocafort, pero hay en el proyecto otros vinos y un espumoso rosé. Abiertos al mundo para explicarse y para hacer visible una tradición agrícola centenaria que la familia ha conservado desde el año 902.

En lo más alto del Pirineo, a tocar del cielo azul, esperando la sábana de nieve de diciembre, la viña ahora ocre, terrosa, roja, alejada del mar, se revela atractiva para el turista. Y apasionante para el enólogo que discierne variedades, estilos de vinificación y técnicas enológicas adaptadas al entorno y al clima. Y como en la plana, la poesía invita a descubrir y soñar en la tierra:

I em vaig trobant tan bé en allà entremig,
i em va invadint com una immensa pau,
i vaig sent un tros més del prat suau
ben verd, ben verd sota d’un cel ben blau.

Joan Margall. Pirinenques

 

http://www.voceseconomicas.com/enoturismo-poetico-de-altura/

About Ruth Troyano Puig

Llicenciada en Periodisme per la UAB. Sommelier. Màster en planificació i gestió de l'enoturisme per la URV.

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